Al pensar en las ciudades del mañana, siempre imaginé una ciudad futurista, de ciencia ficción, con vehículos voladores. Sin embargo, cada vez más, imagino las ciudades del futuro como aquellas que dejen de hipotecar los recursos y el porvenir de las siguientes generaciones para satisfacer sus necesidades inmediatas.

La curva de Keeling muestra que el aumento de CO₂ en la atmósfera ha crecido de forma desmedida en los últimos años, lo que significa, sin duda, una amenaza para el bienestar humano y la salud planetaria.

Según el programa de Naciones Unidas para mejorar el futuro urbano, ONU-Habitat, “las ciudades consumen el 78% de la energía mundial y producen más del 60% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Sin embargo, abarcan menos del 2% de la superficie de la Tierra”. Estos datos indican que las ciudades son el punto clave en el que trabajar para hacer frente al cambio climático.

Sumado a estos valores inquietantes, el informe 2023 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) para la Agenda 2030 nos demuestra que el mundo se está quedando atrás en la consecución de ciudades sostenibles.

Con estos antecedentes sobre la mesa, es evidente que debemos tomar cartas en el asunto y afrontar esta situación para el bien de las generaciones presentes y futuras. Nosotros, del sector de la construcción, somos un pilar fundamental en la configuración urbana y una pieza clave en la transición hacia ciudades más sostenibles. Tenemos la capacidad de influir directamente en la sostenibilidad ambiental, el diseño y el mantenimiento urbano.

Ante el reto asumido por la Unión Europea de reducir las emisiones de CO₂ globales en un 55% para el año 2030 y de lograr ciudades climáticamente neutras para el 2050, necesitamos innovar en cuanto a la planificación, construcción y gestión de los entornos urbanos.

Resulta esencial establecer alianzas entre diferentes organizaciones para trabajar en la consecución de los ODS y acelerar la transición hacia las ciudades del futuro. Ciudades comprometidas con la reducción del impacto ambiental en su construcción y mantenimiento, pero también más eficientes en su uso.

En línea con el compromiso de crear ciudades más sostenibles, desde Sorigué nos implicamos en proyectos de innovación que aporten valor. En julio de 2022, con el soporte de la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) y el ITeC, hemos logrado ser uno de los ganadores del reto urbano para la creación del “Panot del Siglo XXI” para la ciudad de Barcelona. Nuestra propuesta, PANOT+, contribuye a reducir el impacto ambiental, promover la economía circular e impulsar la sostenibilidad urbana.

A través de este tipo de proyectos de innovación, tenemos el poder de transformar la realidad, plantear retos y sumar fuerzas que nos permitan encontrar soluciones concretas a problemas reales. La sinergia entre el sector público y privado nos permitirá alcanzar un desarrollo sostenible basado en la descarbonización de las infraestructuras urbanas, la gestión eficaz de los residuos, la rehabilitación energética de los edificios, la generación y utilización de energía limpia, la incorporación de prácticas efectivas de gestión del agua y la movilidad sostenible.

Sin duda, la innovación conlleva un riesgo, pero también es un motor de cambio, así como una oportunidad para combatir la crisis climática y llevar a nuestras ciudades a modelos más resilientes y eficientes. Es evidente que, si bien las ciudades han sido históricamente el problema, ahora es el momento de que, de las ciudades y de nosotros mismos, surja la solución.