En el 2020 Europa emprendió una estrategia ambiciosa sobre la gestión de los residuos que debían adoptar todos los estados miembros. Uno de los componentes del marco señalaba la necesidad de realizar una valorización del 70% de los Residuos de construcción y demolición, en adelante RCD, que ayudaría a avanzar en la implementación de la economía circular en el sector. Si bien todavía nos queda mucho camino que recorrer, la implementación de normativas y la modificación de estas, nos acerca a alcanzar dicho objetivo.

Uno de los aspectos más importantes para evitar prácticas fraudulentas en la gestión del residuo de la construcción es disponer de una buena trazabilidad de dicho residuo.

En este sentido, disponemos de buenas noticias para el sector, y es que gracias a la aprobación de la Ley 2/2021 de 29 de diciembre, concretamente en el capítulo XII se modifica el artículo 11 del Decreto 89/2010 que regula la producción y gestión de los RCD, y se va a impulsar la trazabilidad de los residuos de construcción y demolición de la obra pública.

Concretamente, en el artículo 11 del Decreto 89/2010 que recoge las obligaciones de la persona productora de residuos de la construcción y demolición se añade el siguiente apartado:

“d) En caso de que el promotor sea un ente público y no sea necesaria la licencia de obras, es necesario igualmente acreditar la correcta gestión mediante el certificado de gestión de residuos de la construcción correspondiente emitido por un gestor autorizado. En este sentido, no se podrá certificar la partida correspondiente de gestión de residuos sin dicho certificado”

Un paso importante que regula los residuos generados tanto de entidades privadas, ya sometidas con anterioridad a fianzas, como de entidades públicas que se verán obligadas, gracias a la nueva modificación, a solicitar al constructor el certificado de gestión de residuos emitido por un gestor autorizado para que sus servicios técnicos puedan certificar la partida correspondiente a gestión de residuos.

Para más información contactar, con la Asociación Catalana de Gestores de Residuos de Construcción y Demolición o con el Instituto de Tecnología de la Construcción.