El 14 de noviembre tuvo lugar en la sede del ITeC la Jornada calidad y valoración de los servicios profesionales, una actividad enmarcada dentro del Congreso de Arquitectura. Durante la sesión se puso de manifiesto el difícil equilibrio entre precio y calidad de los servicios profesionales y se planteó la necesidad de abordar esta situación y repensar mecanismos que permitan obtener referencias que orienten hacia una correcta valoración de estos servicios.

A continuación destacamos las ideas más relevantes del acto en relación a un cambio de modelo de contratación de los servicios profesionales basado en la calidad.

Es necesaria una reconversión del sector basada en dos aspectos fundamentales: la internacionalización y la diversificación de los servicios hacia el área de la rehabilitación, el mantenimiento, la gestión técnica de edificios, la sostenibilidad, etc. Por otro lado, es necesario un cambio de mentalidad de los agentes que intervienen en el proceso constructivo hacia formas de trabajar más colaborativas y transparentes en las cuales seamos capaces de alinear objetivos para reducir ineficiencias y obtener ahorros.

Si no se conoce el coste de producción necesario vinculado a la obtención de una calidad suficiente, no se puede determinar un precio correcto. Por lo tanto, hay que establecer unos estándares de referencia de evaluación del esfuerzo necesario para llevar a cabo los diversos trabajos que conforman los servicios profesionales, estructurados en una base de datos inspirada en BEDEC, que realiza esta función para la evaluación de la realización de obras.

El trabajo de un profesional tiene que estar dignamente retribuido, esta es una de las garantías de un ejercicio meticuloso para conseguir la máxima calidad del producto y seguridad de sus usuarios y propietarios. Así pues, hace falta un nuevo modelo donde la selección y la contratación de los servicios profesionales se base más en la calidad y no tanto en el precio.

El Anteproyecto de Ley de la Arquitectura, que actualmente está en tramitación parlamentaria, pretende minimizar la importancia de los criterios económicos y apostar para priorizar los aspectos cualitativos de las ofertas. Además, quiere fomentar la colaboración simultánea y coordinada de todas las disciplinas profesionales que participan en el proceso constructivo e introducir criterios de valoración con el objetivo de evaluar el precio de licitación de los contratos de servicios para la redacción de los proyectos e instrumentos de planeamiento urbanístico y los de ejecución de obras.

Además, en la jornada también se presentaron sistemas de valoración de los servicios profesionales en varios países europeos, concretamente en Alemania, Francia, Reino Unido, Suiza y Bélgica.

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